Nueva presidenta en Perú, tras escándalo con Castillo

Este miércoles, el ex presidente anunció que disolvía el Congreso. Acusado de ocasionar un golpe, terminó detenido y asumió Dina Boluarte.

El mediodía del miércoles 7 de diciembre, horas antes de que el parlamento peruano debatiera una moción para destituirlo (la tercera), el presidente Pedro Castillo se dirigió a la nación para anunciar la disolución y cierre del Congreso y la convocatoria de nuevas elecciones. “En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país, tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a establecer el Estado de derecho y la democracia”.  Establece el toque de queda entre las 22:00 y las 04:00 horas.

La vicepresidenta peruana, Dina Boluarte, denuncia que el cierre del Congreso y la conformación de un gobierno de emergencia dictado por el mandatario Pedro Castillo constituye un “golpe de Estado”. La líder opositora peruana Keiko Fujimori -líder del partido Fuerza Popular e hija del expresidente Alberto Fujimori, quien dio un autogolpe de estado en 1992- acusa a Castillo, de dar un “golpe desesperado” y exhorta al Congreso a destituirlo y a las Fuerzas Armadas a “respaldar el orden constitucional”.

A todo esto, las Fuerzas Armadas y la Policía de Perú anuncian que “no acatarán” actos contarios al orden constitucional. Castillo abandona el Palacio de Gobierno con su familia. La ciudadanía sale a la calle:  Defensores y detractores de Pedro Castillo salen a las calles y se registran enfrentamientos.  Perú vive un caos extremo.

Finalmente, el Congreso de Perú destituye al mandatario del país, Pedro Castillo, por “permanente incapacidad moral” con 101 votos a favor de un total de 130, y cita a la vicepresidenta Dina Boluarte, pera que jure como nueva jefa de Estado.

La Fiscalía detiene por presunto delito de rebelión y conspiración al ya destituido presidente de Perú Pedro Castillo en la sede de la Prefectura de Lima, a donde se había dirigido junto a su familia y el exprimer ministro Aníbal Torres tras anunciar que disolvía el Congreso, decretaba un gobierno de excepción y convocaba nuevas elecciones legislativas.

Boluarte asume como primera presidenta de la historia de Perú. Llama a todas las fuerzas políticas a una tregua y a la “unidad nacional” y se compromete a luchar “por los nadies y excluidos”. Con el nuevo nombramiento, el presidente del Congreso peruano, José Williams, considera “restituido el orden democrático y constitucional” en el país.

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