Pullaro busca USD 500 millones en Wall Street para obra pública
El ministro Pablo Olivares gestiona en un road show con inversores privados una emisión de bonos que se anunciaría este jueves.
El equipo económico de Santa Fe está en Wall Street desde este lunes para intentar cerrar con entidades crediticias un acuerdo para la colocación de bonos, en una fase de endeudamiento que el gobierno de Maxi Pullaro aspira destinar al sostén de obra pública provincial, especialmente el plan de construcción de seis gasoductos y de obras viales esenciales para la salida de la producción granaria.
Las expectativas del equipo que conduce el ministro de Economía Pablo Olivares son que desde el jueves se conozca el monto de la emisión a partir del financiamiento que habiliten los organismos privados. La intención del gobierno es tomar unos 500 millones de dólares, no los 1000 millones que se consideraron el año pasado y que fueron autorizados como techo por la Legislatura santafesina, pero todo dependerá de la demanda y la tasa del endeudamiento.
“La cantidad va a estar dada por la oferta de dinero y la tasa que suele reducirse cuando el endeudamiento es menor”, dijo a La Política Online un integrante del equipo económico santafesino. La pretensión es colocar estos bonos a un plazo de entre cuatro y diez años bajo la legislación de Nueva York, Boston y Londres.
El encuentro que se inició esta mañana en el distrito financiero de Manhattan es un road show abierto coordinado por Santander y JP Morgan, aunque abierto a todo el mercado, donde no solamente buscarán interesar a inversores bancarios sino de todo el mercado de capitales. En las gestiones participan además del ministro Olivares el secretario de Finanzas Adriano Mandolesi y el secretario de Política Económica Pablo Gorban.
Para esta ronda en la gestión de Pullaro consideran como referencia la anunciada emisión de Ciudad de Buenos Aires que tomó deuda hace diez días por unos U$S 1.700 millones a una tasa de 7.8% a siete años de plazo. Otro parámetro es la colocación de bonos de Córdoba de junio pasado con un retorno de 9.7%. Se trata de los dos únicos estados subnacionales que emitieron deuda en 2025.
Santa Fe no obstante tiene ventaja entre los distritos argentinos en estas rondas internacionales para buscar fondos. Eso está en que calificadoras que miden el riesgo como Moody’s tienen a Santa Fe y CABA como plazas de buena ponderación por su bajo nivel de endeudamiento, que no supera el 1% de su producto bruto, y el hecho de que nunca estructuraron sus deudas lo que marca un nivel de cumplimiento reconocido. A principios de noviembre Santa Fe amortizó con ahorro propio los bonos emitidos en 2016 bajo ley de Nueva York, unos 92 millones de dólares entre capital e interés, sin acudir a financiamiento adicional.
El panorama político en Santa Fe es favorable para Pullaro que obtuvo el aval para el endeudamiento externo con una amplia mayoría legislativa. Contrasta con la marcha traqueteante en la Legislatura bonaerense para que le aprueben a Axel Kicillof la toma de deuda por algo más de USD 3000 millones, que ahora volverá la carga en extraordinarias luego de que el viernes se cayera la última convocatoria por falta de quórum.
Santa Fe encuentra un clima propicio no solo por la venia política sino por una especie de boom de endeudamiento externo de provincias y empresas privadas. También por la baja coyuntural del siempre oscilante riesgo país, que desde el triunfo libertario en las elecciones legislativas cayó de 1000 a 600 puntos.
Al mismo tiempo que se busca esta toma de deuda el gobierno de Pullaro envió al Senado provincial un proyecto para desgravar el impuesto a los ingresos brutos que implica para el tesoro santafesino resignar la recaudación de 80 mil millones de pesos, en el marco de una reforma tributaria provincial.
Con estas exenciones se podrá descontar del impuesto la contratación de nuevos trabajadores y tomar el importe abonado en la factura de energía eléctrica como crédito fiscal para el pago de este tributo con un limite de deducción del 30 por ciento. No habrá incrementos en la alícuota para ninguna actividad. Y para el comercio se le reduce la alícuota a unos 48 mil comercios radicados en la provincia que facturan hasta 180 millones de pesos al año.
En esto el gobierno nacional le viene pegando de manera sistemática a Santa Fe al que acusa de trabar la actividad económica y la competitividad con Ingresos Brutos, que rechazan por impactar en la cadena productiva con efecto cascada, lo que incrementa los costos, el precio de los bienes y los servicios.
Al mismo tiempo Santa Fe destaca que tiene que lidiar con la Nación los efectos de los cortes en la inversión pública para infraestructura y servicios esenciales.
– Gentileza La Política Online (LPO) –