El servicio de cuidados domiciliarios atendió a 30 adultos y niños durante el año

La Municipalidad brinda servicio de atención gratuito y personalizado a pacientes adultos y pediátricos que requieran continuar su tratamiento fuera de los nosocomios. Cuenta con un equipo interdisciplinario amplio y de gran trayectoria en el ámbito de la salud para garantizar acompañamiento y calidad de vida.

Desde el 2013, la Municipalidad de Santa Fe brinda un servicio de atención pública, gratuita y especializada a personas que requieren cuidados continuos y personalizados en sus domicilios. Los pacientes -adultos y pediátricos- son derivados desde los tres niveles de atención del sistema de salud. Durante este año se requirió el seguimiento de 30 personas.

Semanalmente, las personas que solicitan los cuidados son atendidas por equipos integrados por médicos clínicos y pediátricos, enfermeras, kinesiólogos, terapistas ocupacional, psicólogos, trabajadores sociales, nutricionistas y personal administrativo, garantizando una atención integral y coordinada según las necesidades de cada paciente. 

La médica pediatra del equipo municipal, Priscilla Romano, explicó: “Somos un equipo interdisciplinario porque no solamente tenemos la parte biológica, sino que tenemos asistente social, tenemos terapeuta ocupacional, psicología y ahora también agregamos hace poquito nutrición y son un equipo bastante amplio que tratamos de cubrir todos los aspectos que estos pacientes necesitan para su cuidado diario”.

Las prestaciones del servicio cuentan además con un seguimiento y control de enfermedades crónicas, administración de medicación y tratamientos, cuidados paliativos, educación al paciente y a su familia, evaluación y cuidado de heridas, terapia física y rehabilitación, y apoyo psicológico y social. 

“Nosotros venimos semanalmente a cada domicilio y les hacemos controles clínicos de enfermería, médica y de kinesiología, para evaluar que esté todo bien, y si hay alguna situación poder abordarla desde la parte ambulatoria. Ante cualquier problema o dificultad, se deriva a los diferentes nosocomios. Evaluamos a pacientes crónicos, que tienen patologías de base con alguna dificultad a nivel neurológico, cardiovascular, respiratorio y demás”, agregó la doctora Romano.

El servicio se caracteriza por ser dinámico, con un intercambio continuo y un recambio frecuente de pacientes. Actualmente, cuenta con aproximadamente 25 pacientes adultos y 7 pacientes pediátricos, con algunos ingresos pendientes. 

En el sector adulto, la rotación suele ser mayor debido a que se evalúan distintos tipos de patologías que pueden requerir otros servicios. El tiempo promedio de permanencia es de tres meses y, en algunos casos, un poco más. En el sector pediátrico, los pacientes suelen presentar patologías crónicas que los acompañan durante toda su vida.

Las cifras varían año a año, ya que se trata de un servicio que se adapta a las necesidades específicas de cada paciente y de lo que solicitan los nosocomios. Sin embargo, de manera general, se atienden más de 30 pacientes adultos por año y un número similar en el área pediátrica.

En este sentido, Romano contó: “Normalmente nos manejamos con los propios nosocomios públicos, hospitales, centros de salud y demás. Habitualmente, lo que es la parte pediátrica, el hospital de niños o el hospital Iturraspe, nos hacen una derivación. En un formulario nos aclaran datos del paciente, historia clínica, antecedentes, medicación y demás que requiera nuestro servicio”. El servicio también le sirve de soporte a hospitales que necesitan reforzar el servicio por la alta demanda.

Mejor calidad de vida

Ludmila, paciente pediátrica, está al cuidado de su tía y mamá del corazón. Ella recibe el servicio de internación domiciliaria desde el año 2020 y en su entorno aseguran que este acompañamiento significó un antes y un después para la calidad de vida de la niña. “Ludmila tiene una enfermedad de base que es parálisis cerebral. En 2020 tuvo un shock séptico que la llevó a terapia durante mucho tiempo y no pudo salir del respirador, por lo que tuvieron que traqueotomizarla y dependerá de por vida del respirador”, señalan. 

La tía de la niña destacó que el servicio “fue un gran milagro” para su familia: “La contención y el acompañamiento que nos dan es maravilloso, es lo mejor que le puede pasar a una familia que transita algo así. Gracias a esto la pudimos traer a casa; de lo contrario, Ludmila terminaría sus días en un hospital, y no sería lo conveniente. Es muy bueno que esté en su casa, con su familia, hasta que Dios así lo permita”, dijo.

Además, la mujer contó que su sobrina recibe atención permanente: “Tiene pediatra, una enfermera que le controla los signos vitales y una kinesióloga, que es lo que más necesita por estar postrada y requerir estimulación continua”, concluyó.

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