El Gobierno redefine las Residencias Médicas: nuevo reglamento con doble modalidad de beca y sin relación laboral

A través de la Resolución 2109/2025, el Ministerio de Salud de la Nación introdujo una profunda modificación en el sistema de formación médica posuniversitaria. La norma, publicada recientemente en el Boletín Oficial y firmada por el titular de la cartera sanitaria, Mario Lugones, establece un nuevo reglamento general para el Sistema Nacional de Residencias de la Salud, reemplazando el marco normativo vigente desde 2015.

La resolución determina que las residencias no deben ser consideradas como una relación laboral, sino como una instancia educativa de posgrado con carácter formativo. De esta manera, se elimina su encuadre como empleo en relación de dependencia y se establece que los residentes recibirán un estipendio financiado con recursos públicos, sin que esto implique obligaciones laborales para el Estado.

Según se argumenta en el texto oficial, la decisión responde a una necesidad de ordenar y transparentar un sistema que venía acumulando irregularidades y soluciones parciales en una etapa clave para la formación de profesionales de la salud, como médicos, odontólogos, bioquímicos y enfermeros, entre otros. El objetivo, sostienen desde la cartera sanitaria, es que el Estado recupere su rol rector en lo pedagógico y normativo, pero sin asumir funciones que excedan el carácter educativo de estas prácticas.

Dos modalidades de beca

Una de las principales novedades del nuevo esquema es la implementación de dos modalidades de beca para los residentes: la “Beca Ministerio” y la “Beca Institución”. En ambos casos, se garantiza el financiamiento por parte del Ministerio de Salud, pero con diferencias significativas en la modalidad de cobro y los beneficios asociados.

La Beca Ministerio mantiene el formato tradicional. El Estado nacional deposita directamente los haberes al residente, quien cuenta con cobertura de obra social, ART y seguro por mala praxis. No obstante, se aplican descuentos previsionales que reducen el ingreso neto mensual, actualmente estimado en unos 810 mil pesos.

Por su parte, la Beca Institución delega el pago en el establecimiento formador, que puede ser un hospital o clínica. En este caso, el monto se percibe sin descuentos previsionales y puede superar los 990 mil pesos mensuales, con la posibilidad de incluir bonos, aguinaldos u otros adicionales definidos por cada institución. La entidad también debe garantizar las coberturas correspondientes.

El nuevo reglamento permite a los residentes optar por cualquiera de las dos alternativas, e incluso cambiar de modalidad durante el transcurso de su formación. Esta flexibilidad es destacada por el Ministerio como un avance hacia una formación más equitativa y con mayor autonomía para los profesionales en formación. Además, quienes ya se encuentran realizando residencias bajo el régimen anterior tendrán la posibilidad de adherirse al nuevo sistema, sin perder los derechos adquiridos.

Redefinición de roles y responsabilidades

El rediseño del sistema también modifica las funciones de los distintos actores involucrados. El Estado nacional conservará el rol normativo y el financiamiento, mientras que las instituciones de formación ganarán mayor autonomía en la gestión de los programas pedagógicos y en el acompañamiento a los residentes. Esto incluye la posibilidad de firmar convenios anuales, rendir cuentas específicas de los fondos recibidos y adaptar los contenidos educativos según las características de cada especialidad.

La descentralización de las tareas administrativas y formativas tiene como finalidad agilizar los procesos y fortalecer la calidad de la formación en el terreno. En este marco, se refuerza la exigencia de firmar convenios específicos entre las instituciones y los residentes.

Examen Nacional como puerta de ingreso

Otro punto clave del nuevo reglamento es la consolidación del Examen Único Nacional como requisito excluyente para acceder a las residencias financiadas por el Ministerio. Esta evaluación nacional continuará funcionando como mecanismo de ingreso y de asignación de cupos.

En la convocatoria 2025, llevada a cabo el 1º de julio, se inscribieron 7.687 aspirantes para un total de 3.390 vacantes. La evaluación contempló un puntaje preferencial adicional para aquellos candidatos con títulos emitidos por universidades argentinas, en un intento por priorizar la formación médica local.

La Dirección Nacional de Calidad y Desarrollo del Talento en Salud tendrá a su cargo la fiscalización de los cupos asignados y la verificación del cumplimiento de las condiciones de formación en cada institución.

Reacciones y contexto de malestar

Los cambios se producen en un escenario de creciente malestar entre los jóvenes profesionales del sistema de salud. En particular, las recientes protestas en el Hospital Garrahan evidenciaron el descontento de residentes y concurrentes, quienes denunciaron condiciones laborales deficientes y exigieron mejoras salariales y reconocimiento de derechos.

Desde la residencia pediátrica del Garrahan manifestaron su rechazo al nuevo reglamento, señalando que implica la pérdida de derechos laborales. “Dejaremos de cobrar un sueldo en blanco. No tendremos obra social, aportes jubilatorios, aguinaldo, licencias ni antigüedad en el hospital. A cambio, recibiremos un ‘estipendio’. No es salario. No hay derechos laborales. No hay futuro”, expresaron en un comunicado difundido públicamente.

Una nueva etapa en formación sanitaria

Con la implementación de este nuevo marco normativo, el gobierno nacional busca dar forma a un sistema de residencias médicas en el que la formación prevalezca por sobre la lógica laboral. Al mismo tiempo, se plantean nuevas reglas de juego que despiertan expectativas y resistencias en igual medida, en un sector sensible como el de la salud pública y la capacitación de sus futuros profesionales.

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