El Gobierno de Javier Milei disolvió 21 organismos del Estado: cuáles son y qué pasará con sus funciones
En el marco de una nueva etapa del ajuste fiscal, el gobierno de Javier Milei oficializó la disolución, transformación o fusión de 21 organismos públicos. La medida fue publicada este martes en el Boletín Oficial N° 35.702 y forma parte del plan del Ejecutivo para reducir el déficit fiscal, reorganizar la administración pública y reasignar funciones esenciales dentro del Estado.
La reestructuración afecta a entidades que operaban en áreas sensibles como salud, seguridad vial, agroindustria y desarrollo productivo. Según la disposición oficial, las competencias de estos entes serán absorbidas por distintos ministerios, de acuerdo con sus respectivas áreas de incumbencia.
Si bien los organismos en cuestión dejarán de existir tal como funcionaban hasta ahora, el personal afectado continuará prestando tareas en sus cargos actuales hasta tanto se implementen las nuevas estructuras administrativas. El objetivo, según indicó el Gobierno, es optimizar los recursos estatales y mejorar la eficiencia sin interrumpir la prestación de servicios esenciales.
Organismos disueltos y su destino:
Transformaciones y fusiones: así se reorganizan los entes estatales
Además de las disoluciones, el decreto incluye transformaciones de organismos en nuevas agencias o unidades internas de distintos ministerios. En algunos casos, las funciones fueron concentradas bajo una sola administración para mejorar la eficiencia y evitar superposiciones.
Organismos transformados y su nuevo destino:
La reestructuración también contempla la transferencia de bienes inmuebles, vehículos sin uso y fondos líquidos al Estado nacional, que serán administrados por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y el Tesoro.
El Ejecutivo argumentó que estas medidas responden a un diagnóstico que detectó un crecimiento desmedido del empleo público descentralizado: de 35.481 empleados en 2010 a más de 88.000 en 2024. También se identificaron irregularidades administrativas, superposición de tareas y falta de control interno.
Los ministerios tienen ahora la responsabilidad de presentar nuevas estructuras organizativas que asuman las competencias reasignadas, con el compromiso de garantizar la continuidad de los servicios públicos esenciales.