La Tormenta de Santa Rosa llegaría puntual en 2025: anuncian lluvias y fuertes vientos para el 30 de agosto en Santa Fe

El cierre de agosto traerá consigo uno de los fenómenos más esperados —y temidos— del calendario climático argentino: la llamada Tormenta de Santa Rosa. Para este 2025, los pronósticos adelantan que su llegada será “a tiempo”, con lluvias intensas, ráfagas de viento y descargas eléctricas que podrían dejar un registro histórico en Santa Fe y otras provincias del centro del país.

Un fenómeno con fuerza inusual

De acuerdo con especialistas en meteorología, este año el evento estaría asociado a un proceso de ciclogénesis en la región central, es decir, la formación de un centro de baja presión que dará lugar a chaparrones, tormentas eléctricas y acumulados de agua significativos. Según el sitio Meteored y el propio Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Santa Fe  podría verse directamente afectada, con lluvias tanto el sábado 30 como el domingo 31 de agosto.

  • Zonas comprometidas: Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos y Buenos Aires.

  • Lluvias y descargas eléctricas: estimaciones de entre 40 y 70 milímetros de acumulado.

  • Vientos intensos: se esperan ráfagas que reforzarán la severidad del episodio.

  • Un mes excepcional: los especialistas no descartan que agosto de 2025 quede registrado como uno de los más lluviosos en décadas.

El mito y la ciencia detrás de Santa Rosa

La “Tormenta de Santa Rosa” es una tradición popular que señala la aparición de lluvias fuertes dentro de los cinco días previos o posteriores al 30 de agosto, jornada en la que la Iglesia Católica celebra a Santa Rosa de Lima.

La creencia nace de un relato de 1615 en Lima, Perú, cuando una fuerte tormenta frustró un ataque de piratas a la ciudad, suceso atribuido a las plegarias de Isabel Flores de Oliva, luego canonizada como Santa Rosa.

Desde la óptica científica, el fenómeno no es más que la consecuencia de la transición estacional: hacia fines de agosto, el ingreso de aire cálido y húmedo del norte —transportado por la Corriente de Chorro en Capas Bajas— se topa con frentes fríos aún persistentes, lo que genera inestabilidad atmosférica propicia para tormentas de magnitud.

En la región central del país, la estadística marca más de un 50% de probabilidad de que se produzcan tormentas en esas fechas. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, solo en 10 ocasiones desde 1906 hubo tormenta eléctrica el mismo 30 de agosto, aunque considerando el período de +/- 5 días, en 63 de 113 años se registró al menos una tormenta.

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