Avanzan las obras de mantenimiento en el Túnel Subfluvial con una inversión superior a $477 millones
Los gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos ejecutan un plan integral de mantenimiento en el Túnel Subfluvial “Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis”, con una inversión que supera los $477 millones. Las tareas en marcha contemplan la reconstrucción de pavimento rígido en los accesos y el sellado preventivo de juntas en el viaducto.
Pavimento y sellado de juntas
La semana pasada comenzaron los trabajos de reconstrucción de 2.000 m² de losas de hormigón en ambas cabeceras, a cargo de la empresa Norvial Arg. SA, con un presupuesto de $433,9 millones. Paralelamente, este lunes se puso en marcha la colocación de material hidroactivo en las juntas, una intervención de $43,6 millones adjudicada a la firma Hayce.
Desde Obras Civiles del Ente Interprovincial explicaron que estas acciones se inscriben dentro de los cinco ejes prioritarios de conservación del viaducto: controles estructurales e hídricos, iluminación, ventilación, seguridad y confort vial. En ese marco, remarcaron que el sellado de juntas ocupa un rol central para garantizar la seguridad de la estructura.
Control permanente y prevención
El túnel cuenta con un sistema de monitoreo regular a cargo de técnicos de recursos hídricos y obras civiles, quienes recorren los 2,4 kilómetros de extensión para realizar inspecciones oculares y detectar filtraciones.
Los especialistas recordaron que las tareas de sellado sólo pueden realizarse en invierno, debido al fenómeno de dilatación y contracción de los materiales: en verano, el calor mantiene las juntas cerradas, mientras que en la temporada fría se generan aberturas que podrían dar lugar a filtraciones.
En esta oportunidad no se hallaron filtraciones, pero ya habían pasado dos años desde la última intervención, lo que motivó la decisión de reforzar la protección.
Nuevos materiales y técnica constructiva
Cuando el túnel fue construido en la década de 1960, las juntas se sellaban con goma, bentonita y cemento fluido, además de material Sika en el interior. Actualmente se utiliza un compuesto hidroactivo seco, que al entrar en contacto con el agua puede expandirse hasta 10 veces su tamaño, generando un tapón hermético.
El viaducto está conformado por 37 tubos de 65,45 metros de largo cada uno, que totalizan más de 2.421 metros. Entre ellos existen 36 juntas, además de dos más que los vinculan con los edificios de ventilación.
Pavimentación de accesos
En paralelo, avanzan las obras de reconstrucción de pavimento rígido en los accesos al túnel, que contemplan la demolición y reposición de cerca de 2.000 m² de losas. Según el Ente Interprovincial, la última intervención de esta magnitud se había realizado hace más de diez años, en un plan de mantenimiento escalonado que culminó en 2019.