La policía de Santa Fe comienza a usar armas de baja letalidad en una prueba piloto
Este miércoles se concretó en Santa Fe un paso novedoso en materia de seguridad pública: policías de la Unidad Regional I recibieron las primeras pistolas de baja letalidad que se emplearán en el microcentro, particularmente en la peatonal y en avenidas comerciales. Se trata de una prueba piloto que también se pondrá en marcha en Rosario, con la posibilidad de extenderse luego a otras ciudades de la provincia.
La entrega se realizó con la presencia de la vicegobernadora Gisela Scaglia y del ministro de Seguridad Pablo Cococcioni, quien destacó que estos dispositivos se utilizarán bajo un protocolo de uso progresivo de la fuerza. “Esto tiene que ver con un respaldo que tiene el uniformado; en la medida en que se ajusten al protocolo, su conducta va a estar jurídicamente avalada”, explicó el funcionario.
Cómo funcionan las pistolas de electrochoque
El equipamiento entregado corresponde a pistolas de electrochoque, que cuentan con distintos niveles de utilización. El primero es el arco voltaico, que puede emplearse como acción intimidatoria o generar una descarga por contacto directo. En una segunda instancia, el arma despliega dos arpones conectados por cables, que transmiten una descarga eléctrica de alto voltaje pero bajo amperaje, lo que inmoviliza al agresor durante cinco segundos con riesgos mínimos para la salud, incluso en personas con marcapasos.
“Es una herramienta que sirve no solo frente a un delincuente, sino también para intervenir en casos de personas fuera de sí, pacientes psiquiátricos o personas bajo efectos de sustancias, que puedan dañarse a sí mismas o a terceros. En definitiva, es un dispositivo para salvar vidas”, aseguró Cococcioni.
El sistema permite una segunda descarga si el agresor no se inmoviliza tras la primera. Todas las activaciones quedan registradas y almacenadas en una nube, lo que garantiza un control posterior sobre la actuación policial.
Cámaras corporales y control ciudadano
Junto a las 100 pistolas adquiridas, el Ministerio también incorporó 200 cámaras corporales (bodycams) que se activan automáticamente al utilizar el arma y graban incluso los segundos previos a su uso. Esto permitirá que jueces y autoridades puedan evaluar el contexto completo en el que se tomó la decisión de disparar.
“Se trata de cuidar al personal: si cumple con el protocolo, va a estar más protegido que con cualquier otra arma”, explicó el ministro.
Zonas de aplicación y futuro de la iniciativa
En esta primera etapa, las armas de baja letalidad estarán destinadas principalmente al microcentro de Santa Fe, en lugares de gran circulación de personas como la peatonal y las avenidas comerciales. También se utilizarán en unidades operativas de calle como el Comando Radioeléctrico y la Motorizada.
La iniciativa tiene un marcado efecto disuasivo y apunta a responder a la preocupación de comerciantes y vecinos por los hechos de inseguridad en zonas muy concurridas.
El plan contempla un seguimiento permanente de los resultados y, de ser positivo, la ampliación hacia otras localidades como Rafaela, Reconquista y Venado Tuerto. “Es una prueba piloto, con monitoreo, informes y capacitación continua de los operadores. Sobre esa base, se determinará en los próximos años su aplicación más extendida”, concluyó Cococcioni.