Tras la desregulación del Gobierno, los yerbateros vuelven a la “no cosecha” en reclamo de mejores precios

El Gobierno Nacional quitó facultades al Instituto Nacional de la Yerba Mate y desde ese entonces no se volvieron a fijar los precios.

Mientras las ventas de yerba mate al mercado interno y externo no paran de incrementarse, los productores atraviesan una profunda crisis y la cosecha de verano podría ser una de las más bajas de los últimos años. Los yerbateros reconocieron que en Misiones, sólo en la zona de San Pedro comenzó a notarse en las rutas el movimiento de algunos camiones con hoja verde, mientras que en las demás regiones productoras la zafra se mantiene prácticamente paralizada.

“Vamos hacia una de las zafriñas más bajas de los últimos años. Sólo van a cosechar los productores que tienen que hacer frente a compromisos de pago”, sostuvo uno de los referentes de los yerbateros de la zona centro de Misiones.

La semana pasada hubo un encuentro de dirigentes y se acordó entregar la menor cantidad posible de materia prima, en un intento por bajar la oferta y con ello buscar una mejora en los valores. Actualmente los yerbateros reciben en promedio unos 250 pesos por kilo de hoja verde puesta en secadero, muy lejos de los 423,99 pesos que estableció el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) como costo de producción, sin margen de rentabilidad.

La estrategia de los yerbateros es similar a la que implementaron a fines del año pasado, cuando lanzaron un cese de cosecha para exigir al sector industrial mejores precios por la materia prima. En esa ocasión hicieron piquetes en las principales rutas para impedir la circulación de hoja verde, y después de varios meses lograron que una parte de la industria les abonara 300 pesos por kilo, algo que muy pocos mantuvieron a lo largo de toda la zafra.

El Gobierno Nacional quitó de facultades al Instituto Nacional de la Yerba Mate, entre ellas las de fijar los precios sostén de la hoja verde y la yerba canchada (seca, sin molienda) dos veces al año, basándose en una grilla de costos de producción.

Esa desregulación fue la que provocó una brutal caída del precio de la materia prima, situación que no se vio reflejada en las góndolas. Además, dejó acéfalo el Instituto, lo cual le impide sesionar con regularidad.

A diferencia de otras producciones, la yerbatera funciona como un oligopsonio, que es una estructura de mercado donde unos pocos industriales poderosos manejan la demanda y los productores primarios se ven obligados a aceptar los precios y condiciones que les fijan.

La yerba mate, una vez cosechada de la planta, debe ser sometida a un proceso de industrialización en menos de 24 horas, ya que comienza el proceso de degradación. Es por eso que la única forma de “acopio” que tiene el productor es la no cosecha, para no convalidar los bajos precios.

Mientras los productores buscan estrategias para revertir la crisis que atraviesan, el sector industrial celebra el notable incremento de las exportaciones y un crecimiento mas moderado del mercado interno.

El INYM dio a conocer este martes las estadísticas del mes de octubre. Y esos números son un fiel reflejo de la situación que atraviesan los diferentes eslabones de la cadena productiva. Este año los secaderos procesados 101.215.919 kilos menos que en 2024, lo cual implica una caída del 12,11 por ciento. Si se toma un precio promedio de 250 pesos para la materia prima, dejaron de ingresar a la economía misionera poco más de 25 mil millones de pesos. Y los obreros que se encargan de la cosecha manual dejaron de percibir más de 6 mil millones de pesos.

En la otra vereda, los industriales exhiben números positivos. En octubre se despacharon hacia las bocas de expendio 21.955.628 kilos de yerba para llegar a los 229.062.123 kilos en los primeros diez meses del año. El consumo interno acumula en ese lapso un 6,09 por ciento de incremento respecto del año pasado.

Y las exportaciones vuelan. Ya se enviaron al mundo 48.625.293 kilos de yerba mate, lo cual marca un aumento de 31,6% respecto de 2024. En los primeros diez meses del año el mundo compró yerba argentina como nunca antes. Hasta ahora el récord se había registrado el año pasado, con despachos que alcanzaron los 43,8 millones de kilos.

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