“Pensé que eran piñas, pero empecé a sentir caliente la panza. Me alumbró un muchacho y vimos la sangre. Al notar la situación, se acercaron los patovicas, me llevaron hacia afuera y llamaron a la ambulancia, que llegó automáticamente”, relató.

Permaneció en el efector desde las 3 hasta las 8 de la mañana. “Me dijeron que por poco me salvé, que las heridas son leves, ya que no complicaron ningún órgano importante, pero que me salvé por la ropa”, aseguró. Por último, detalló que ya realizó la denuncia y que la atacante quedó detenida.

Policías santafesinos recuperan celular robado