Después de casi un mes, se restableció el tránsito normal en la autopista Rosario-Buenos Aires
Vialidad Nacional finalizó las obras en el puente del río Areco, afectado por las tormentas de mayo, y levantó las últimas restricciones para camiones y vehículos pesados.
La autopista Rosario-Buenos Aires recuperó este jueves la circulación normal en toda su traza, luego de casi un mes de interrupciones y desvíos provocados por los daños estructurales que dejaron las intensas lluvias de mediados de mayo. La Dirección Nacional de Vialidad (DNV) confirmó la reapertura total del corredor, con lo cual ya pueden circular camiones con o sin acoplado, carretones y el resto de los vehículos pesados que hasta ahora no podían utilizar el tramo entre Baradero y Zárate.
El corte se había iniciado el viernes 16 de mayo, cuando un temporal provocó inundaciones y socavó el terreno debajo de las losas del puente sobre el río Areco, en el norte de la provincia de Buenos Aires. En los días posteriores, Vialidad avanzó con obras para garantizar la seguridad de la estructura y rehabilitar gradualmente el tránsito. Primero se habilitó la circulación hacia Rosario y luego, parcialmente, hacia Buenos Aires, aunque con restricciones para vehículos pesados.
Las obras que permitieron la reapertura
El puente sobre el río Areco fue uno de los puntos más afectados por las tormentas. Aunque su estructura superior no sufrió daños graves, el agua socavó la base del terraplén de aproximación y obligó a la reconstrucción completa de un sector de seis metros de largo que compromete el ancho total de la calzada. Las tareas incluyeron el refuerzo del suelo, rellenos con materiales especiales y controles de estabilidad para evitar futuros incidentes similares.
Además de la reparación de este puente clave, se realizaron intervenciones en otros tramos erosionados de la autopista. Las obras contemplaron también el reemplazo de luminarias dañadas, el control del sistema eléctrico y el arreglo de sectores con asfalto comprometido.
Durante el tiempo que duraron las restricciones, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) desplegó un operativo de asistencia y control con 22 agentes y seis móviles, que se encargaron de ordenar la circulación en los accesos habilitados, además de asistir a los conductores que debían desviarse por rutas alternativas.
Etapas de la reapertura y duración del corte
La interrupción total del tránsito en la autopista Rosario-Buenos Aires se extendió por siete días, entre los kilómetros 142 y 94, que corresponden a los accesos de Baradero y Zárate. Una semana después, se rehabilitó la mano hacia Rosario, pero el tránsito hacia Buenos Aires continuó con desvíos obligatorios por la ruta provincial 41, en parte debido a la inestabilidad del puente del río Areco.
Posteriormente, se habilitó el paso de vehículos livianos en ese mismo sentido, permitiendo que pudieran circular automóviles, camionetas, combis, motocicletas, ambulancias, bomberos y móviles de fuerzas de seguridad. El último tramo en restablecerse fue el de tránsito pesado, que desde las 16 de este jueves puede volver a utilizar la autopista en su totalidad.
Un tramo clave para la logística nacional
La autopista Rosario-Buenos Aires es uno de los corredores más transitados del país, fundamental para el transporte de cargas entre el centro y el norte del país y el puerto de Buenos Aires. Su interrupción obligó durante semanas a miles de vehículos a tomar rutas alternativas, lo que generó demoras, mayores costos logísticos y una importante sobrecarga en las rutas provinciales.
Con esta reapertura, el Gobierno nacional busca normalizar la circulación y recuperar la fluidez del tránsito en un eje clave para la producción y el comercio. Personal de Corredores Viales S.A. continuará monitoreando durante 24 horas el sector reparado, especialmente en el kilómetro 110, para verificar la resistencia de los trabajos realizados y garantizar la seguridad vial en ese punto sensible.
Las autoridades recomiendan a los conductores circular con precaución por la zona y estar atentos a posibles señales provisorias durante los primeros días de reanudación total del tránsito.