Junio dejó un “aluvión” de vehículos retenidos en Santa Fe: casi 730 secuestros por infracciones
Circular sin la documentación correspondiente continúa liderando el listado de infracciones en la ciudad de Santa Fe. A las tradicionales causas de retención de vehículos, como la alcoholemia positiva, se suman ahora las sanciones por incumplir la ordenanza que regula las aplicaciones de transporte.
Cada lunes, la Municipalidad de Santa Fe difunde a través de sus canales oficiales los resultados de los operativos de tránsito realizados durante el fin de semana anterior. Y, semana tras semana, las cifras siguen en aumento. Durante junio, un total de 729 vehículos fueron retenidos por diversas contravenciones.
Del total, 202 fueron automóviles y 527 motovehículos, lo que representa un 25% y 75% respectivamente. En la mayoría de los casos, las retenciones obedecieron a la falta o irregularidad de la documentación para circular, así como también al incumplimiento de normas básicas como el uso del casco, licencias vencidas o la ausencia de chapa patente. Este tipo de infracción representó más del 85% de los vehículos secuestrados.
Alcoholemia: una constante preocupante
Las alcoholemias positivas detectadas durante el mes de junio ascendieron a 115, lo que equivale aproximadamente al 15% del total de retenciones. Pese a que los casos han disminuido en comparación con meses anteriores, las autoridades insisten en la necesidad de concientización: en la capital provincial rige la ordenanza de “alcohol cero” al volante, y las multas por incumplirla son elevadas.
Las sanciones económicas por conducir bajo los efectos del alcohol van desde los $237.880 hasta los $2.504.000, según determine el juez de Faltas municipal. En este tipo de contravención no se contempla el pago voluntario, por lo que el monto final se define en el Tribunal de Faltas tras evaluar cada caso particular.
“Lamentablemente, lo que sigue siendo una constante es que muchas de las retenciones obedecen a alcoholemias positivas”, declaró semanas atrás el director Ejecutivo de Control de Tránsito, Daniel Minetti.
Para reforzar los controles, el municipio adquirió recientemente tres nuevos alcoholímetros y tres alómetros. Ambos equipos ya se encuentran en funcionamiento. La diferencia entre ellos radica en que el alómetro detecta la presencia de alcohol en sangre de manera cualitativa, mientras que el alcoholímetro, mediante una pipeta y un soplido, cuantifica el nivel de alcohol presente.
Operativos en distintos puntos de la ciudad
Los controles se realizan en sectores diversos y de forma aleatoria. El lunes 9 de junio, por ejemplo, se reportaron 236 retenciones durante los días previos: 43 automóviles y 193 motos fueron remitidos al Corralón Municipal por infracciones a las normas de tránsito.
Las tareas de fiscalización se desplegaron en avenidas principales y barrios como Centro, Sur, Roma, Guadalupe, María Selva, Candioti, Escalante, Barranquitas y Mariano Comas, entre otros. La modalidad de los operativos apunta a generar presencia en puntos estratégicos y en horarios variables.
Transporte de pasajeros también bajo la lupa
Además de los vehículos particulares, los controles se extienden al transporte público y a los servicios que operan bajo plataformas digitales. Taxistas, remiseros y choferes de apps como Uber y similares están sujetos a inspecciones por parte del municipio.
Durante el fin de semana previo al 9 de junio, no se registraron retenciones de vehículos de transporte de pasajeros, aunque sí se labraron actas por irregularidades documentales. En tanto, el fin de semana siguiente al 23 de junio se confeccionaron tres actas por falta de documentación y por incumplimiento de la ordenanza que regula las apps de viajes.
La tendencia del mes de junio confirma una problemática persistente: el incumplimiento de normas básicas de tránsito, especialmente entre motociclistas, y la necesidad de reforzar la cultura de la responsabilidad vial en todos los actores del sistema de transporte urbano.