Médicos Sin Fronteras denunció que uno de cada cuatro niños y mujeres embarazadas en Gaza sufre desnutrición

La organización humanitaria alertó que los casos se multiplicaron por cuatro desde mayo debido al bloqueo alimentario impuesto por Israel.

Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió que el 25% de los niños y mujeres embarazadas en la Franja de Gaza se encuentra en estado de desnutrición, como consecuencia directa del bloqueo de alimentos impuesto por las autoridades israelíes. La organización calificó esta situación como una “política del hambre” que está generando una crisis sanitaria sin precedentes.

En un comunicado oficial, MSF sostuvo que el uso de la inanición como arma ha alcanzado “niveles sin precedentes”, y que incluso los propios trabajadores de la salud se encuentran luchando por sobrevivir. El centro de la organización en Ciudad de Gaza reportó que desde mediados de mayo el número de pacientes con cuadros de desnutrición se cuadruplicó, mientras que los casos graves entre niños menores de cinco años se triplicaron en solo dos semanas.

“Estamos recibiendo 25 nuevos pacientes por día por desnutrición. Vemos el agotamiento y el hambre en nuestros propios compañeros”, afirmó Caroline Willemen, coordinadora de proyectos de MSF en la capital gazatí. El testimonio refleja el colapso generalizado del sistema de atención médica y la falta de insumos básicos para tratar a los afectados.

La ONG también denunció que cientos de personas que buscan acceder a alimentos se ven expuestas a ataques de las fuerzas israelíes y de contratistas de seguridad privada en los puntos de distribución gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una entidad respaldada por Israel y vinculada a ex militares y ex agentes de inteligencia de Estados Unidos.

En ese marco, Amande Bazerolle, responsable de emergencias de MSF en Gaza, declaró: “Es inconcebible; una población entera está siendo deliberadamente privada de alimentos y agua, mientras las fuerzas israelíes cometen masacres diarias cuando la gente lucha por migajas en los puntos de distribución. Cualquier atisbo de humanidad en Gaza ha sido aniquilado en el actual genocidio”.

Según datos proporcionados por el Ministerio de Salud gazatí, desde que la GHF comenzó a operar en la zona hace dos meses, más de mil personas han muerto y alrededor de 7.200 han resultado heridas durante los operativos de distribución de alimentos.

El doctor Mohammed Abu Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF en Gaza, fue contundente: “Estas distribuciones de alimentos no son ayuda humanitaria; son crímenes de guerra cometidos a plena luz del día y presentados al mundo con un lenguaje compasivo”. Añadió que “quienes acuden a estos lugares saben que tienen las mismas probabilidades de recibir un saco de harina que de ser alcanzados por una bala en la cabeza”.

MSF reiteró su llamado a la comunidad internacional para que se garantice un acceso humanitario real y sin restricciones en Gaza, y se ponga fin a la utilización del hambre como herramienta de guerra. La situación sigue deteriorándose, mientras los indicadores de salud infantil y materna alcanzan niveles críticos.

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