Bancos: ¿Por qué hay tantos problemas?

En los últimos días se registraron múltiples denuncias de usuarios del sistema bancario santafesino. Errores de acceso, demoras en depósitos, cajeros electrónicos que fallan y hasta estafas del tipo “cuento del tío”.

El sistema bancario santafesino se encuentra atravesando un momento delicado, al menos en lo que hace al servicio que debe brindar a sus usuarios. 

En los últimos días, tanto en redes sociales como en denuncias mediáticas, se vienen multiplicando las quejas de clientes de distintos bancos con sucursales en Santa Fe.

Los motivos son variados: imposibilidad de acceder al homebanking, demoras para acreditar transferencias y hasta grandes estafas de amigos de lo ajeno que se dedican a “modernizar” el viejo cuento del tío.

Otro suplicio: los cajeros. Especialmente en fines de semana, feriados o fiestas, se mutiplican las terminales fuera de servicio o sin dinero, generando profundo malestar.

Puntualmente, hay un banco que fue el que más quejas detonó en los santafesinos. Trámites sencillos como obtener una constancia de CBU o simplemente intentar acceder a la banca electrónica se tornaron un verdadero martirio, principalmente para quienes trabajan en la administración pública provincial y local.

“Somos rehenes de un acuerdo económico entre políticos y una empresa bancaria, y nos vemos imposibilitados de cobrar nuestros sueldos en el banco que querramos”,

se quejó una mujer bancarizada que prefiere preservar su identidad.

El cuento del tío versión 3.0

Uno de los más preocupantes problemas que muchos santafesinos vienen denunciando es una modalidad de estafa que, si bien no es nueva, se replicó con gran fuerza en los últimos días, según las múltiples denuncias que proliferaron. Se trata de un tipo de “cuento del tío virtual” mediante el cual, literalmente, te vacían la cuenta.

Según relatan los damnificados, “te llega un mail con membrete del banco y te piden que cliquees en un link”. Cuando se accede al hipervínculo, se despliega un formulario a completar, mediante el cual, con algún artilugio cibernético, delincuentes acceden a las cuentas bancarias de los estafados. 

Múltiples casos así fueron informados recientemente. Las autoridades bancarias, al respecto, reiteran que las entidades nunca solicitan este tipo de cosas, lo cual expone la estafa. Lo cierto es que el usuario no tiene la culpa. Y alguien tiene que hacerse cargo de esta nefasta situación.

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