Prevén iniciar la colocación de pilotes del nuevo puente entre Santa Fe y Santo Tomé a fin de mes
Mientras avanzan los estudios de suelo y se fabrican las armaduras en una planta siderúrgica, se espera que antes de fin de mes comience el pilotaje de la futura conexión vial sobre el río Salado.
La construcción del nuevo puente que conectará las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé sobre el río Salado continúa desarrollándose conforme al cronograma previsto. Según informó Pablo Seghezzo, director de Vialidad Provincial, si las condiciones climáticas acompañan, se estima que antes de finalizar el mes de junio comenzará la colocación de los primeros pilotes, una etapa clave en el proceso de ejecución de esta importante obra de infraestructura.
“Podemos estimar que antes de fin de mes estaremos ejecutando el primer pilote”, adelantó Seghezzo. El funcionario explicó que el pilotaje se realizará en etapas: durante los primeros días trabajará una sola máquina pilotera, y una vez estabilizado el ritmo de obra, se incorporará una segunda para acelerar el proceso.
Los trabajos iniciarán en el sector correspondiente a la ciudad de Santa Fe, aunque el plan es abordar rápidamente las zonas que presentan mayores desafíos técnicos. “Vamos a empezar cerca del lado de Santa Fe, pero en cuanto tomemos ritmo avanzaremos con los pilotajes en el Vado, que es la zona que eventualmente podría presentar más complejidades. Por eso, evitaremos una progresión lineal e iremos directamente a los tramos más accesibles”, precisó.
Estudios de suelo y fabricación de estructuras
De forma simultánea, se continúan realizando estudios geotécnicos para determinar la profundidad exacta que deberán alcanzar los pilotes en cada una de las 43 pilas —estructuras verticales que sostendrán el puente—, con tres pilotes por pila. “Estamos prácticamente finalizando todos los estudios de suelo. En cada pila se analiza qué profundidad necesita su grupo de pilotes: pueden ir a 30, 35 o 28 metros, según las condiciones del terreno”, detalló el titular de Vialidad.
Los proyectos ejecutivos se desarrollan por tramos, lo que permite avanzar en paralelo con otras etapas de la obra, como la fabricación de las armaduras. “No estamos esperando a terminar todos los estudios para comenzar con lo demás. A partir de los análisis ya completados, se definieron los diseños ejecutivos correspondientes, que ya fueron aprobados, y se comenzó la producción de armaduras. Estas estructuras metálicas, que llegan con todo el hierro previamente soldado, se están fabricando en Acindar”, explicó Seghezzo.
Aprovechar el río Salado en bajante
Actualmente, los trabajos de estudio de suelo se concentran sobre el cauce del río Salado, aprovechando la bajante. En la zona conocida como “el Vado” ya concluyeron los relevamientos. “Eso no significa que, si el río crece, no se puedan continuar los trabajos, pero sí que podrían tornarse más complejos. Hoy es operativo y sencillo llegar en vehículo hasta la ribera para hacer las muestras y preparar los pilotajes”, agregó.
De todas maneras, en caso de que el nivel del río aumente, ya se contempla el uso de plataformas flotantes, como las utilizadas en el puente Rosario-Victoria. “El caudal del Salado depende mucho de las lluvias, por lo que estaremos atentos a cómo evoluciona el clima”, señaló el funcionario.
Relación con el Gobierno Nacional y situación administrativa
Respecto de los aspectos administrativos y ambientales, Seghezzo confirmó que ya se cuenta con la evaluación de impacto ambiental aprobada. Además, destacó que la coordinación con el Gobierno nacional “está encaminada”.
Cabe recordar que en abril hubo un cruce con Vialidad Nacional por requerimientos técnicos relacionados con la obra. “Tenemos reuniones quincenales con Vialidad Nacional; siempre es importante trabajar de forma articulada”, remarcó el director de Vialidad Provincial, quien expresó su deseo de que ese vínculo continúe en buenos términos.
Detalles del proyecto
La obra fue adjudicada a la unión transitoria de empresas (UTE) conformada por Pietroboni, Semisa y Cocivial SA. La inversión total asciende a $39.811 millones, monto que será financiado íntegramente por el Gobierno de Santa Fe.
El proyecto contempla tres grandes sectores: las cabeceras en cada una de las ciudades y el puente principal, que tendrá una longitud de 1.300 metros sobre el río Salado. La nueva conexión incluirá dos carriles por mano, una bicisenda, iluminación y áreas parquizadas.
En la ciudad de Santa Fe está previsto demoler el pavimento existente y construir nuevas calzadas. En Santo Tomé, en tanto, se redefinirán los sentidos de circulación para optimizar el enlace con el puente Carretero actual.