El último antecedente de un partido disputado con hinchas de ambos equipos en territorio porteño fue el Racing-Tigre por el Trofeo de Campeones 2022, jugado en el estadio Tomás A. Ducó. Desde entonces, CABA no volvió a habilitar el ingreso del público visitante, y por ahora la situación no cambiará.
La decisión se tomó luego de una reunión entre autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino y representantes del gobierno porteño. En la charla participaron el presidente de AFA, el secretario de Seguridad de la Ciudad y el subsecretario de Eventos Masivos y Deportivos. Sin embargo, no se logró avanzar en la implementación de la medida para la Liga Profesional.
Uno de los principales motivos tiene que ver con la estructura de los clubes en CABA: la mayoría ya tiene sus estadios con el aforo comprometido por el resto del año debido a la venta de abonos. Esto complica la posibilidad de destinar sectores para hinchas visitantes, ya que implicaría dejar afuera a socios locales que ya tienen asegurado su lugar. Además, se suman factores organizativos y de seguridad.
En la provincia de Santa Fe, algunos clubes también se muestran reticentes a recibir hinchas visitantes. En Unión, si bien no hubo declaraciones públicas, dentro del club consideran que no es viable, al menos en esta etapa. Alegan que el costo operativo de habilitar un sector visitante —incluyendo personal, seguridad y logística— es muy alto, y que solo sería rentable en partidos con grandes equipos como Boca o River.
Rosario Central y Newell’s comparten una visión similar. Ambos clubes tienen una alta cantidad de socios y sus estadios se llenan exclusivamente con público local. Esto hace inviable liberar un sector para simpatizantes visitantes, ya que quedarían muchos socios sin entrada.
En el caso de Colón, la posición es más flexible, aunque sujeta a evaluación. Si bien por el momento la medida aplica solo en la Primera División, la dirigencia no descarta recibir visitantes, pero lo decidiría según el rival de turno. Consideran que si se trata de un club con convocatoria importante, podría justificarse el esfuerzo y los costos de abrir una tribuna para la hinchada visitante. En otros casos, no lo consideran rentable.
Así, mientras en CABA la negativa es clara y estructural, en Santa Fe la situación es más variada y depende de factores como el rival, la capacidad del estadio y el costo-beneficio de la organización. Por ahora, el regreso del público visitante sigue siendo una posibilidad lejana en buena parte del país.