Baleado en barrio Las Vegas: un hombre lucha por su vida en el Hospital Cullen

La tranquilidad de un sábado por la tarde en barrio Las Vegas, en Santo Tomé, se quebró con el eco de varios disparos que retumbaron en las calles. Eran alrededor de las cinco cuando un hombre de 40 años cayó malherido sobre Lisandro de la Torre, entre Seguí y una arteria sin numeración, en medio de la mirada atónita de vecinos que rápidamente se movilizaron para auxiliarlo.

La víctima fue identificada como Víctor Gómez, de 40 años, quien según testigos fue sorprendido por dos individuos que se desplazaban en una motocicleta. En cuestión de segundos, uno de ellos descendió del vehículo, extrajo un arma de fuego y disparó a quemarropa. El proyectil impactó en la zona abdominal de Gómez, que quedó tendido en el suelo mientras los agresores escapaban sin dejar rastro.

Vecinos de la zona asistieron de inmediato al herido hasta la llegada de una ambulancia del servicio 107, que lo trasladó de urgencia al Hospital José María Cullen de la ciudad de Santa Fe. Allí ingresó con un orificio de entrada de bala sin salida y fue sometido a una compleja cirugía por una lesión abdominal con compromiso vertebral.

Peritos policiales trabajaron en el lugar donde cayó herido el vecino de 40 años.
Peritos policiales trabajaron en el lugar donde cayó herido el vecino de 40 años.

 

El director del hospital, doctor Bruno Moroni, informó que Gómez permanece en terapia intensiva, bajo asistencia respiratoria mecánica y con pronóstico reservado, en su primer día postoperatorio.

El violento ataque generó la intervención de efectivos de la Unidad Regional I, Estación Sur, Destacamento 11 de Santo Tomé, quienes recogieron testimonios y desplegaron un operativo en la zona. La fiscalía en turno dispuso diversas medidas de investigación, mientras los autores del hecho permanecen sin identificar ni localizar.

La comunidad santotomesina, conmocionada, se enfrenta una vez más a la crudeza de la violencia urbana. El ataque ocurrió en plena vía pública, en una esquina donde a diario transitan familias y niños, lo que dejó un clima de temor y la amarga certeza de que la inseguridad vuelve a golpear sin aviso.

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