Gas natural: aumentan los subsidios cruzados para sostener tarifas diferenciales en zonas frías
A partir de este mes, todos los usuarios del servicio de gas natural en Argentina verán reflejado en sus facturas un nuevo incremento del recargo destinado a subsidiar las tarifas reducidas que rigen en las denominadas zonas frías, principalmente ubicadas en el sur del país. Esta actualización implica un impacto estimado de entre 1,5% y 2% en la factura final para los usuarios residenciales.
El ajuste corresponde a una suba del 6,2% sobre el precio mayorista del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), es decir, el valor del gas en boca de pozo antes de ser inyectado en los gasoductos. Esta medida se suma a un aumento previo del 6,3% aplicado en abril, como parte del esquema de subsidios cruzados establecidos por ley.
A nivel provincial, la disposición del Enargas genera efectos dispares. En el sur de Santa Fe, donde rige el beneficio por zona fría, el recargo representa un costo adicional que, sin embargo, se compensa con descuentos de hasta el 20% en el total de la factura. En cambio, para el centro-norte de la provincia, donde solo algunas localidades acceden al servicio de red y no cuentan con el beneficio diferencial, la suba se traduce directamente en un aumento sin compensaciones.
Nuevas subas en camino
Paralelamente, el gobierno nacional ultima detalles para aplicar incrementos progresivos en las tarifas de gas, que se implementarán en forma escalonada con el objetivo de aplanar el impacto del invierno. Este mecanismo permitiría trasladar parte de las subas a los meses de menor consumo, minimizando el efecto estacional de la demanda energética.
Los próximos ajustes se oficializarán una vez concluida la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), cuyo dictamen final aún no fue publicado en el Boletín Oficial. Se estima que este proceso implicará un aumento adicional del 2,8% en las facturas, que se sumará al efecto del recargo por zona fría.
Desde junio, además, se activará un nuevo esquema de actualizaciones mensuales automáticas para los servicios de transporte y distribución de gas, indexado por inflación.
El plan quinquenal de revisión tarifaria contempla que, hacia 2029, las distribuidoras y transportadoras logren una mejora del 15% promedio en el Valor Agregado de Distribución (VAD). Esto representaría un incremento cercano al 9% en las tarifas para usuarios residenciales, mientras que para industrias, comercios y estaciones de GNC el impacto sería más significativo, con subas estimadas en el 30% promedio.
Para los hogares, esa actualización se traduciría en una suba real del 3% por ese componente de la factura. En mayo, solo se aplicó un 1%, y el resto será prorrateado en 30 cuotas mensuales, con el compromiso oficial de mantener este sendero de actualización frente a la inflación hasta 2029.