Crecen un 20% los consumos problemáticos a nivel global y Santa Fe refuerza su respuesta sanitaria

El incremento en los consumos problemáticos se refleja no solo a nivel internacional, sino también en el país y la provincia de Santa Fe. En los últimos años, el fenómeno mostró un crecimiento sostenido que genera preocupación entre las autoridades sanitarias y obliga a reforzar estrategias de prevención y tratamiento. En ese marco, la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod), que depende del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe, duplicó su capacidad de atención y asistió más de 103 mil situaciones durante 2024.

El impacto de estas problemáticas quedó recientemente en evidencia con un accidente fatal en la ciudad de Santa Fe, en el que murió un joven de 22 años. Ambos conductores involucrados en el siniestro dieron positivo por consumo de cocaína, y uno de ellos también presentaba alcohol en sangre, lo que volvió a poner el foco en los riesgos asociados al consumo de sustancias y la conducción.

Luciano Sciarra, titular de Aprecod, explicó que la tendencia global es preocupante: “Los consumos problemáticos tienen un incremento a nivel mundial. Según el último informe de Naciones Unidas, en la última década aumentaron un 20% las personas atravesadas por consumos de todo tipo. Esa realidad también impacta en Argentina y, por supuesto, en Santa Fe”.

Gracias al aumento del presupuesto destinado al área, la provincia logró expandir su capacidad operativa y mejorar la cobertura territorial. “Pudimos duplicar la capacidad de la agencia y eso no solo nos permitió ofrecer más servicios, sino también llegar a más personas. Por eso, también creció la demanda”, señaló Sciarra.

Perfil del consumo y población más afectada

Según los registros provinciales, las personas que buscan asistencia generalmente llevan entre seis y diez años de consumo activo. En la mayoría de los casos, no se trata de una única sustancia, sino de lo que se conoce como policonsumo: una combinación de distintas drogas legales e ilegales, que complejiza la atención y prolonga los tiempos de tratamiento.

“Cuando las personas llegan a pedir ayuda ya han atravesado distintas etapas, diferentes tipos de consumo, y se encuentran en un escenario donde las problemáticas se potencian entre sí”, explicó el funcionario. En ese contexto, el alcohol se mantiene como la sustancia que genera más dificultades, no solo por su masividad sino también por su arraigo cultural.

En cuanto a la población más afectada, Sciarra detalló que los adultos jóvenes, especialmente entre los 25 y 39 años, son el grupo etario con mayor prevalencia de consumo problemático. Este grupo también es el más afectado por las consecuencias físicas, sociales y laborales que acarrea el uso sostenido y combinado de sustancias.

La provincia continúa reforzando la red de atención, con dispositivos territoriales, equipos interdisciplinarios y campañas de concientización. El objetivo es no solo mejorar el acceso al tratamiento, sino también reducir el estigma y promover una mirada integral sobre las adicciones, abordadas como una problemática de salud pública.

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