Sostienen la eficacia de combinar vacunas

Lo hizo un estudio argentino que puede ser clave para la inmunización en todo el planeta.

Científicos argentinos desarrollaron un estudio con la información sobre la que se basó la decisión de las autoridades sanitarias locales de combinar distintas vacunas contra el COVID-19. Fue en la época en que  había retrasos en la llegada de las dosis para completar los esquemas primarios ya iniciados.
El trabajo brinda datos importantes para apuntalar la estrategia de inmunización en el resto del planeta, donde más de un tercio de la población no recibió las primeras dos dosis recomendadas. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), diez países y territorios de las Américas aún no han protegido ni al 40% de su población.

Coordinados por el Ministerio de Salud de la Nación, un equipo interdisciplinario que incluyó a investigadores del CONICET y referentes de los ministerios de Salud de las provincias de Buenos Aires, La Rioja, Córdoba y San Luis evaluó en 1314 voluntarios la seguridad de 15 combinaciones diferentes y estudió la cantidad de anticuerpos generados.

En el estudio, los voluntarios de ambos sexos se dividieron en tres grupos y cada uno recibió como primeras dosis una vacuna basada en adenovirus (Sputnik V y AstraZeneca) o de virus inactivado (Sinopharm). Luego se formaron diferentes subgrupos, a los que se les aplicaron segundas dosis basadas en una plataforma diferente. Por ejemplo, esquemas Sputnik V-Moderna (ARN); AstraZeneca-Moderna; Sinopharm-Sputnik V.
A cada participante se le tomaron muestras de sangre en distintos momentos después de la vacunación y se evaluó tanto la presencia de síntomas adversos como el nivel de anticuerpos y la capacidad que tenían de neutralizar la infección por el virus original de Wuhan.

“La vacunación heteróloga contra el COVID-19 es una estrategia válida y segura para aumentar rápidamente la cobertura en muchas regiones del planeta”.

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