Los palestinos en Gaza “están sufriendo una catástrofe humanitaria de proporciones épicas”, afirma el secretario general de la ONU
Las agencias de Naciones Unidas advierten que Gaza ya supera los umbrales de hambruna. La malnutrición infantil alcanza niveles sin precedentes.
Los organismos de Naciones Unidas alertan sobre una crisis alimentaria sin precedentes en Gaza, donde los principales indicadores relacionados con la alimentación y la nutrición han sobrepasado los umbrales establecidos para declarar una situación de hambruna. Así lo confirmó el sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), que advierte que la población del enclave palestino enfrenta un riesgo extremo de hambruna.
Según la CIF, ya se han superado dos de los tres criterios que determinan la existencia de hambruna en algunas zonas de Gaza. Mientras tanto, la FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF advirtieron que el tiempo para implementar una respuesta humanitaria a gran escala se agota rápidamente.
El colapso de los servicios básicos, las restricciones al acceso de ayuda humanitaria y el persistente conflicto armado han llevado a una situación límite. Más de una tercera parte de la población –un 39%– pasa varios días sin ingerir alimentos, mientras que unas 500.000 personas viven en condiciones similares a una hambruna. El resto de los habitantes sufre niveles de inseguridad alimentaria catalogados como de emergencia.
La situación de la infancia es especialmente grave. La malnutrición aguda, uno de los indicadores clave para declarar una hambruna, se ha cuadruplicado entre los niños menores de cinco años en Ciudad de Gaza en apenas dos meses, alcanzando un 16,5%. Este deterioro crítico incrementa notablemente el riesgo de muerte por desnutrición.
El tercer indicador –muertes relacionadas con la inanición– es cada vez más visible, aunque las dificultades para obtener datos precisos son enormes debido al colapso del sistema sanitario tras casi dos años de conflicto.
“La población de Gaza sufre un nivel de sufrimiento insoportable. No deberíamos esperar una declaración oficial de hambruna para actuar”, señaló Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA. “Debemos enviar ayuda alimentaria masiva sin demora ni restricciones. Las personas ya están muriendo de hambre”.
Por su parte, el director general de la FAO, QU Dongyu, sostuvo que “la gente no muere de hambre porque no haya comida, sino porque no tiene acceso a ella”. Remarcó que el sistema agroalimentario local ha colapsado y las familias han perdido hasta los medios de subsistencia más básicos. “Es fundamental garantizar acceso humanitario seguro y sostenido, y restablecer la producción local de alimentos para evitar más muertes”, afirmó.
Según datos de julio de 2025, más de 320.000 niños y niñas menores de cinco años están en riesgo de sufrir malnutrición aguda en Gaza, y miles presentan malnutrición aguda grave, la forma más mortal de desnutrición. El colapso de los servicios básicos de nutrición impide el acceso a agua segura, sucedáneos de la leche materna y alimentos terapéuticos esenciales.
En junio, 6.500 menores fueron tratados por desnutrición, el número más alto desde que comenzó el conflicto. En solo las dos primeras semanas de julio, se sumaron otros 5.000. Actualmente, solo el 15% de los servicios básicos de nutrición funciona con normalidad, lo que eleva el riesgo de muertes infantiles por hambre a niveles inéditos.
“Niños visiblemente demacrados están muriendo de hambre”, lamentó Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. “Sin acceso inmediato, seguro y sin obstáculos a alimentos, productos nutricionales, agua y medicamentos, muchas familias seguirán enfrentando la tragedia de perder a un hijo por causas prevenibles”.
Aunque se han reabierto parcialmente algunos cruces fronterizos, la ayuda que ingresa a Gaza representa una mínima parte de lo necesario para atender a una población de más de dos millones de personas. Se requieren más de 62.000 toneladas de alimentos y suministros nutricionales al mes solo para cubrir necesidades básicas. Además, es imprescindible restablecer las importaciones comerciales para garantizar una dieta adecuada, con frutas, verduras, lácteos y proteínas.
La escasez de combustible, agua y otros bienes esenciales continúa socavando los esfuerzos humanitarios.
Las agencias de la ONU valoran positivamente los recientes compromisos para mejorar las condiciones operativas de las organizaciones humanitarias, incluidos corredores y pausas humanitarias, y confían en que estas medidas permitan ampliar la distribución de ayuda vital de forma urgente.
Finalmente, los organismos reiteraron su llamado urgente a la comunidad internacional:
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Un alto el fuego inmediato y sostenido, para detener la violencia, permitir la liberación de rehenes y facilitar el acceso humanitario.
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Acceso humanitario constante y sin obstáculos, a través de todos los cruces disponibles, para distribuir alimentos, agua, combustible y medicinas.
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Restablecimiento del tráfico comercial hacia Gaza, para que los mercados locales puedan volver a operar.
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Protección de civiles y trabajadores humanitarios, y recuperación de servicios esenciales como salud, agua y saneamiento.
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Inversión en la recuperación de los sistemas alimentarios locales, reactivando panaderías, mercados y la producción agrícola.